¿Te preguntas cómo ayudar a tu bebé a dormir mejor? Descubre estrategias efectivas y consejos prácticos para manejar el sueño de tu pequeño.

¿Estás agotado por las noches sin dormir? Entender el sueño de tu bebé es clave para mejorar su descanso y el tuyo. Exploraremos juntos las mejores prácticas para establecer rutinas de sueño saludables y abordar los desafíos comunes que enfrentan los padres.

Los recién nacidos y los bebés tienen ciclos de sueño distintos

Numerosas madres comentan que su bebé es muy inquieto durante el sueño. Es comprensible que el ciclo y la duración del sueño del bebé se modifiquen conforme crezca.

Los bebés recién nacidos no tienen un horario establecido entre el día y la noche y pueden dormir más durante el día. Por cierto, cada bebé es único. Algunos duermen mucho... ¡y otros no tanto!

Etapas de descanso del recién nacido

Entender los momentos óptimos para dormir de tu bebé es fundamental. Aprende sobre las ventanas de sueño y cómo identificar el momento ideal para la siesta y la hora de dormir.

El sueño del bebé recién nacido tiene una duración aproximada de 50 minutos y se compone de tres fases distintas:

• Inicio del sueño Marca el comienzo del ciclo de sueño del recién nacido. Inicialmente, el bebé pasa por una fase de transición desde la vigilia al sueño. Durante esta etapa, el bebé puede estar tranquilo y relajado, pero aún está consciente de su entorno. Es común que el bebé se adormezca mientras está siendo alimentado o acunado. Los movimientos oculares son lentos y la respiración es regular. Esta etapa suele durar unos minutos antes de que el bebé entre en un sueño más profundo.

 

• Sueño agitado Después del inicio del sueño, el bebé entra en una fase de sueño agitado. Durante esta etapa, el bebé puede experimentar movimientos oculares rápidos, gestos faciales, suspiros e incluso pequeños sonidos. Aunque puede parecer que el bebé está incómodo o inquieto, no te angusties: ¡es completamente común! y es una parte importante del desarrollo del sistema nervioso central. Se cree que esta etapa está asociada con la maduración del cerebro y la consolidación de la memoria. Es importante permitir que el bebé pase por esta fase sin interrupciones, ya que contribuye al desarrollo saludable.

 

• Sueño profundo Es una etapa crucial para el crecimiento y la recuperación del bebé. Durante esta fase, el bebé está en un estado de sueño tranquilo y reparador. La respiración es profunda y regular, los músculos están relajados y la frecuencia cardíaca es estable. Es difícil despertar al bebé durante esta etapa, y es cuando ocurre la mayor parte de la restauración física y el desarrollo del sistema inmunológico. El sueño profundo es esencial para el crecimiento y el desarrollo saludables del bebé, así como para su bienestar general.

A menos que tu bebé tenga dificultades para conciliar el sueño, los recién nacidos suelen dormir entre 14 y 18 horas diarias (aunque no de manera continua, lamentablemente, a pesar de que los padres TAMBIÉN necesitan descansar...), con periodos de sueño que pueden durar entre 30 minutos y 2 horas, e incluso más en algunos casos.

Después de la primera noche, que suele ser tranquila, el bebé estará particularmente inquieto y llorará intensamente buscando que lo tomes en tus brazos o le des el pecho o el biberón.

Superando la crisis del sueño durante el primer mes...

La primera crisis de sueño puede ser desafiante. Aprende qué esperar durante este período y cómo brindar apoyo a tu bebé para superarlo con éxito.

El descanso del bebé (entre el mes y el año de vida) aparenta tener una duración de 70 minutos, distribuido en cuatro etapas:

• Conciliar el sueño Esta etapa marca el inicio del ciclo de sueño del bebé. Durante esta fase, el bebé pasa de un estado de vigilia a un estado de sueño. Es un proceso gradual en el que el bebé se va relajando y preparándose para dormir. Los padres suelen notar signos de somnolencia en el bebé, como bostezos, frotarse los ojos o volverse más tranquilos. Es importante establecer una rutina calmada y relajante para ayudar al bebé a conciliar el sueño de manera suave y tranquila.

 

• Sueño paradójico o "REM" Durante esta etapa, el bebé entra en un estado de sueño más ligero y activo. Los movimientos oculares rápidos son característicos de esta fase, de ahí su nombre. A pesar de que el bebé está dormido, su cerebro está muy activo, y es durante este tiempo que se producen los sueños. Esta etapa es crucial para el desarrollo cerebral del bebé, ya que se cree que contribuye a la consolidación de la memoria y al procesamiento de la información.

 

• Sueño de ondas lentas o "no REM" Esta etapa se caracteriza por un sueño más profundo y reparador. Durante el sueño de ondas lentas, la actividad cerebral disminuye y los músculos del bebé se relajan completamente. Esta fase es vital para el crecimiento y desarrollo del bebé, ya que es durante este tiempo que se produce la liberación de la hormona del crecimiento, fundamental para el desarrollo físico. Además, se cree que esta etapa es importante para la consolidación de la memoria y el aprendizaje.

 

• Sueño profundo de ondas lentas (a partir de los seis meses) A medida que el bebé crece y se desarrolla, entra en una fase de sueño profundo de ondas lentas con mayor frecuencia. Esta etapa se caracteriza por un sueño extremadamente profundo y reparador. Durante el sueño profundo, el bebé es difícil de despertar y su respiración es profunda y regular. Esta fase es esencial para el crecimiento y desarrollo físico del bebé, así como para su bienestar general. Durante este tiempo, el cuerpo del bebé se está recuperando y recargando para el día siguiente.

Además de durante la noche, tu bebé tomará tres siestas hasta los seis meses (una por la mañana, otra al mediodía y otra al final de la tarde), y luego, en los meses siguientes, reducirá a solo dos siestas (una por la mañana y otra por la tarde). Al llegar a los cuatro meses, será capaz de quedarse dormido por sí mismo y de volver a conciliar el sueño si se despierta. No obstante, esto no implica que a partir de los cuatro meses vaya a dormir toda la noche sin interrupciones (¡en esta etapa, eso es poco probable!).

 

¿Por qué mi bebé se resiste a dormir?

Son muchos los padres que se encuentran con la resistencia al sueño de sus bebés, y esto puede generar preocupación y estrés. Es importante entender las posibles razones detrás de este comportamiento para abordarlo de manera efectiva.

La resistencia al sueño en los bebés puede estar relacionada con diversos factores

1.  El ambiente en el que el bebé está tratando de conciliar el sueño: Si el entorno no es propicio para dormir, con demasiado ruido o luz, el bebé puede tener dificultades para relajarse y dormirse. Además, los bebés son muy sensibles a los cambios en su entorno, por lo que incluso pequeñas alteraciones pueden afectar su capacidad para dormir.
2. Exceso de estimulación antes de acostarse: Si el bebé está muy activo o excitado justo antes de la hora de dormir, puede ser difícil para él calmarse lo suficiente como para conciliar el sueño. Por lo tanto, es importante establecer una rutina relajante antes de la hora de dormir, que incluya actividades tranquilas y reconfortantes que ayuden al bebé a prepararse para dormir.
3. La ansiedad por separación: Los bebés pueden sentirse inseguros o ansiosos cuando están separados de sus padres o cuidadores, lo que puede dificultar que se duerman solos. Es importante brindarle al bebé la seguridad y el consuelo que necesita para sentirse tranquilo y relajado antes de dormir.

Es fundamental establecer una rutina de sueño consistente y reconfortante. Esto incluye crear un ambiente propicio para dormir, establecer horarios regulares de sueño y seguir una rutina relajante antes de acostarse. Además, es importante responder con sensibilidad a las necesidades del bebé durante la noche, brindándole consuelo y apoyo cuando lo necesite.

 

Señales clave que pueden indicarte cuándo es el momento oportuno para acostarlo

Bostezos, frotarse los ojos o comenzar a llorar, es un indicio claro de que está listo para dormir. Pero también puede haber momentos en los que tu bebé parezca estar despierto y activo, a pesar de que sea su hora de dormir. En tales casos, hay señales más sutiles que debes observar.

Por ejemplo, si notas que tiene los ojos ligeramente lacrimosos, pestañea con frecuencia, se vuelve más pálido o se frota la nariz o las orejas, estos pueden ser indicios de que está comenzando a sentirse cansado y es hora de llevarlo a la cama.

Consejo útil

Intenta acostarlo dentro de los primeros diez minutos después de notar estos signos de cansancio, ya que esto puede facilitarle conciliar el sueño.

Sin embargo, si el bebé está demasiado inquieto o ha pasado por alto su ciclo de sueño, es posible que le resulte más difícil dormirse. En tales casos, es importante ser paciente y reconfortante, brindándole el apoyo y la calma que necesita para relajarse y quedarse dormido. 

Los bebés sueñan

Exploramos la ciencia detrás de los sueños de los bebés y su importancia para su desarrollo cognitivo y emocional. Desde la primera infancia, el sueño desempeña un papel crucial en la consolidación de la memoria, el procesamiento emocional y la formación de habilidades sociales. Estos sueños no solo reflejan la actividad cerebral del bebé, sino que también moldean su crecimiento y bienestar a largo plazo.

Conclusión: El sueño es crucial para el bienestar de tu bebé y tu familia. Con las estrategias adecuadas y la comprensión de sus necesidades, puedes ayudar a tu bebé a dormir mejor y disfrutar de noches más tranquilas para todos.

¡Empieza hoy mismo a implementar cambios positivos en la rutina de sueño de tu bebé!

Con este artículo, esperamos haberte proporcionado información valiosa y práctica para manejar el sueño de tu bebé de manera efectiva. Recuerda que cada bebé es único, así que experimenta con diferentes enfoques y encuentra lo que funciona mejor para tu familia. ¡Felices sueños!